Estos días de celebración en los que los "cantos de sirena" de los medios de comunicación parece que olvidan lo esencial del motivo y origen de estas fiestas, el Papa Francisco nos recuerda qué es lo fundamental.
"La Navidad suele ser una fiesta ruidosa: nos vendría bien un poco de silencio, para oír la voz del Amor."
Navidad eres tú,
cuando decides nacer de nuevo cada día
y dejar entrar a Dios en tu alma.
El pino de Navidad eres tú,
cuando resistes vigoroso a los vientos
y dificultades de la vida.
Los adornos de Navidad eres tú,
cuando tus virtudes son colores
que adornan tu vida.
La campana de Navidad eres tú,
cuando llamas, congregas y buscas unir.
Eres también luz de Navidad,
cuando iluminas con tu vida el camino de los demás
con la bondad, la paciencia, alegría y la generosidad.
Los ángeles de Navidad eres tú,
cuando cantas al mundo un mensaje de paz,
de justicia y de amor.
La estrella de Navidad eres tú,
cuando conduces a alguien
al encuentro con el Señor.
Eres también los reyes Magos,
cuando das lo mejor que tienes
sin importar a quien.
La música de Navidad eres tú,
cuando conquistas la armonía dentro de ti.
El regalo de Navidad eres tú,
cuando eres de verdad amigo y hermano
de todo ser humano.
La tarjeta de Navidad eres tú,
cuando la bondad está escrita en tus manos.
La felicitación de Navidad eres tú,
cuando perdonas y restableces la paz,
aun cuando sufras.
La cena de Navidad eres tú,
cuando sacias de pan y de esperanza
al pobre que está a tu lado.
Tú eres, sí, la noche de Navidad,
cuando humilde y consciente,
recibes en el silencio de la noche
al Salvador del mundo
sin ruidos ni grandes celebraciones;
tú eres sonrisa de confianza y de ternura,
en la paz interior de una Navidad perenne
que establece el Reino dentro de ti.
Una muy Feliz Navidad
para todos los que se parecen a la Navidad.
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